-Hola
-Hola (Soy muy mala para imitar el furor adolescente, esta es una traducción sinóptica)

- Sí
- ¿A dónde?
-A donde sea
- ¿Al cine?
- mmmmm, si
(este mmm es igual a: no hay otro triste lugar en Toluca a dónde ir*)
Ciertamente gran parte de la vida social del mundo actual es en el cine, así que, en las reuniones de amigos seguramente te preguntarán sobre cine. Cuando uno menciona que a uno le gustan las películas-de-arte, más de una persona abandona la plática de manera casi instantánea (llamados de la Virgen). Yo odio el término de películas-de-arte y evito usarlo, la principal razón es porque es un término muy mamón, categóricamente hablando. Además la clasificación de películas-de-arte puede tener sinónimos como:
las-pelis-de-directores-cuyo-nombre-no puedo-mencionar
las-pelis-de-silencios-largos-de-hueva-en-lugar-de-balazos
las-pelis-donde-el-guionista-se-mató-en-poner-tres-diálogos (prescindibles)
las-pelis-del-país-que-no-está-al-norte-de-México
las-pelis-donde-uno-sale-queriéndose-cortar-las-venas-con-dos-frijolitos
Por ello, las únicas personas que usan el término es porque quieren demostrar su elitismo, porque por experiencia propia sé, que en todos lados se cuecen habas. Puedes salir de Cinemex con cara de fraude después de ver el mismo refrito mil veces y en la peor de las 999 versiones, o salir de la Cineteca Nacional pensando que fuiste a ver la segunda parte de "Jackass". Todos pasamos a la taquilla, pagamos nuestros centavitos y salimos defraudados. Plop. ¿Por qué? La respuesta es que buscábamos una historia bien contada. Los hombres necesitamos las historias para vivir, forman parte de la experiencia colectiva, real o ficticia. Pero cada uno tiene su forma de contarla.
Por ejemplo el cine europeo tiende a ser lento, a dejar silencios mientras una persona se está peinando, o se está vistiendo. El uso de espacios tiene una función fundamental, la cual es que el espectador piense sobre lo que está viendo, racionalice y comience a interactuar con lo que ve, ya que cuando se transitó del teatro al cine, esta interacción racional fue lo que se perdió. Los cineastas europeos tratan de recuperarlo, pero todos los excesos hacen daño, o en otras palabras dan sueño, decimos entonces que la película es densa.
Otra forma muy curiosa de contar historias es también el "formato dogma". El formato dogma fue un acuerdo entre algunos directores de cine que establecieron que sus películas serían grabadas sin soportes para sus cámaras, sin filtros ni efectos de luz, los rodajes deben ser en locaciones y no se puede decorar ni crear un "set", la película no puede tener una acción o desarrollo superficial y otras reglas de las que no me acuerdo. Una película bajo este formato fue Dancing in the Dark. Tan riguroso ya ha sido el asunto, que las películas del formato dogma tienen que ser certificadas, así como cuando una empresa se prepara para certificarse en ISO 9001, pues así más o menos. Los que quiera hacer un film dogma, tienen que llamar a los auditores y cubrir todos los puntos del estatuto dogma 95, para al último tener un papelito que avale. Conozco películas que no intentaron ser del formato dogma, pero tenía tan bajo presupuesto que caen en la definición -ji ji ji.
Bueno también existen historias contadas con grandes producciones, al estilo Hollywood. O las de chinos, con esas secuencias acróbatas de pelea y ese humor de pastelazo. O las películas silentes de Buster Keaton y Chaplin. Y por supuesto las películas mexicanas, todo nuestra Etapa de Oro con los Soler, con la Doña y el mismísimo Pedro Infante; o las películas del Santo, ya todo un género reconocido a nivel mundial; o las películas de ficheras con Maribel Guardia y sus curvas que pierden a cualquier picaron habitante de La Lagunilla.
Así que en el cine las recetas de las historias pueden ser las mismas, pero la forma de contarlas es la que los avala, y todos aquellos que pensamos que hay un cine de arte bajémonos de nuestra nube y pensemos que lo que hay es películas buenas y películas malas, y esa es la clasificación que más importa.
*En mi bella Toluca sí hay otros lugares para salir además del cine, sólo que carecen de difusión, pero de que los hay, lo hay.