Fresipandros en concierto.

Existen dos tipos de etiquetas que odio en el mundo: las de la ropa y las de “denominación social”. Con las primeras, una perfecta tuzada de tijerita basta. Las segundas tienen una raíz más profunda clavada en el cerebro humano. (Todo viene de la probabilidad. El cerebro humano es un computador de eventos que obtiene probabilidades para sobrevivir, “la probabilidad de que pase algo”... Pero esa es otra historia.)

El asunto es que, desde que tengo memoria repugno las etiquetas de “denominación social”: fresas, cholos, nacos, rockeros, grupis, ñoños, amazonas y raritos, etc., etc., la razón, es porque simplifican nuestra vida. Cuando se etiqueta, uno no se esfuerza en comprender a una persona, simplemente se le monta un estereotipo y se le atribuyen las características de su grupo asignado, el proceso es normal, el cerebro necesita ahorrarse chamba cuando procesa montones de información, así que lo hará, pero jurénme que lo odio. Sin embargo, después del Jueves no pude sino etiquetar y así fue como surgieron los fresi-pandros. La historia de mi corrupción va más o menos así.



El Jueves pasado, después de esperar dos años fui a mi primer concierto de ODB, que no tienen nada que ver con OV7 o RBD, nada, cero. ODB es el nombre cariñoso de un grupo español llamado Ojos de Brujo que fusionan diferentes palos del flamenco con dub, rap, rítmos árabes, e incluso en su último álbum ritmos hindúes y mucho más rap. En primer lugar el concierto tuvo una malísima difusión, más bien, no tuvo. En segundo lugar el concierto fue en el Salón 21, en Polanco. En tercer lugar, los boletos costaron ¡300 baros! más el cargo del “amo de los boletos” –the ticketmaster. La conjugación de todos estos elementos más el calentamiento global, resultó en una gigantesca congregación de gente “fresa, fresa, fresísima” que además vestía ropa pandrosa, pero de algún diseñador seguramente. Yo los llamé fresi-pandros, y no era etiquetar por etiquetar, lo notabas a simple vista, me sentía como Gandhi en medio de Hooligans. Chicas super arregladas con bolsita y monada encima listas para cantar una rola llamada El Confort No Reconforta. Este fue un momento idóneo para definir la palabra congruencia, o más bien lo que no era, ya que dudo que más del 20% del público hubiera oído a conciencia la propuesta de Ojos de Brujo, y ese 20% se atribuye a los perdidos que ahorramos nuestros 357 pesitos para poder darnos el lujo de oír a un grupo como Ojos de Brujo. Y miren que soy holgada para aventarme jucios, ya que dicen que quien a hierro mata a hierro muere, y la neta odiaría ser prejuzgada con tanta severidad, que seguramente lo he sido. Pero los fresi-pandros merecían un título de identidad ya que se habían esforzado tanto en forjarla, y digo, honor a quien honor merece.

Bueno, bueno, además de sentirme fuera de lugar durante el concierto –cuando debía sentirme identificada, el tener un concierto con fresi-pandros tiene sus riesgos, riesgos de los que un amigó me advirtió esa misma tarde cuando le dije que el concierto era en Polanco: "Mira lo peor de ir a conciertos con gente fresa es que tienden a imitar. Por ejemplo si vas a un concierto acá barrio de la Maldita Vecindad, todos saben bailar slam, son profesionales, así que nadie sale herido, todos se divierten y regresan sanos y salvos a casa, pero los fresas (en nuestro caso los fresi-pandros) imitan, es decir, no saben lo que hacen, así que habrá heridos y prepárate para ser golpeada." Ja ja ja. Cuando éste sujeto hizo su excelente anotación me reí, seis horas más tarde estaba cuidándome las narices porque dos tipillas no sabían que tenían 5 metros enfrente a ellas para bailar a todas margaritas y amenazaban la integridad de mis juanetes. Así que fresi-pandros si van a un concierto y quieren bailar, practiquen antes de ir a un concierto, ya sea saltando en su camita o aprendan a tener conciencia de-otro-ser-en-su-espacio, aunque esto sea tal vez lo más difícil, porque atenta contra sus principios étnicos religiosos.

El concierto estuvo a todas margaritas, lleno de fresi-pandro, pero finalmente lo chido fue la música. Además, si no hubieran existido los fresi-pandros, no le hubiera dado vuelo a la tijera y mucho menos hubiera escrito este blog sin-ton-ni-son. El grupo tuvo una actuación que ameritó todo, absolutamente todo, además abrieron con la rola que más me gusta de su último álbum, así que no me puedo quejar. Ahora queda ver eso si de que, puedes pasar por la mierda y no llenarte de ella, así que por favor, vigílenme durante los siguientes días, porque tal vez el haber estado con fresi-pandros es porque en el fondo yo sea una de ellos, y salga del closet de diseñador a causa de una mordida letal en el brazo, como los zombies.

Escribiendo desde algún lado del mundo.
La Jetzucha.

Me fallaste, corazon

Se acerca el 14 de Febrero, chaca cha chan. Jóvenes entusiastas y llenos de amor ¿están listos para la embestida a su bolsillo y a su corazón? El ambiente está lleno de corazoncitos, de chocolates y de poemas de Becker -Adolfo no Samuel, je je je, no hagan ese terrible error porque podrían ver a su novia cerca de un árbol esperando a Godot lista para suicidarse, y eso no sería muy bello. Pero esperen, qué sucede con todos aquellos ha los que nos han dado una patada en el trasero, nos han puesto unos cuernos en la frente o nos han lanzado una puñalada trapera recientemente ¿Acaso no tenemos derecho a celebrar, o debemos deprimirnos listos para subirnos a la Torre Latinoamericana? Pues no, nada de eso; porque por suerte, en esta sociedad donde revelarse, vende, existen opciones para todos aquellos que nos hemos revelado contra los conceptos románticos y estamos amargados y llenos de odio pusilánime.

Y es una famosa cadena de librerías mexicanas quien en su lista de “Productos para el día del Amor”, incluye lo mejor en:

1. Desamor en el cine.
2. Libros de desamor.
3. Música de desamor.

Y aquí es donde empieza la diversión (en el desamor). En este momento, solo soy objeto de fotocopia, una máquina repetidora ¿Cuál es lo mejor para el desamor según esta tiendita?

Las nominadas en la categoría de música son:
De qué manera te olvido (Vicente Fernández), Las No. 1 de José José, México-Madrid en directo sin escalas (Alejandro Fernández), MTV Unplugged (Ricky Martin), Parque Naucalli (Fernando Delgadillo, Pasado (Sin Bandera) y Solo (Ricardo Arjona)

En la categoría de libros están:
El principio del placer (José Emilio Pacheco), El Tunel (Ernesto Sabato), Lo más importante es saber atravesar el fuego (Charles Bukowski), Lolita (Vladimir Nabokov), Océano Mar (Alessandro Barico), Rayuela (Julio Cortázar), Romeo y Julieta (William Shakespeare) y Todos Nosotros (Raymond Carver)

Y en películas para el desamor:
Casablanca (Humphrey Bogart), El Joven Manos de Tijera, El lado oscuro del corazón (Eliseo Subiela), Hable con Ella (Javier Camara), Infidelidad (Adrián Lyne), Los Amantes de Círculo Polar (Najwa Nimri), Memorias de una Geisha (Zhang Ziyi), Romeo y Julieta (Olivia Hussey) y Tres colores: Rojo.



Señoras y señores, estas son las opciones que nos pueden dar cócteles de depresión instantáneos.

Yo, por ejemplo, si quisiera escarbarme en el corazón con una cuchara, pondría definitivamente Serenata Rap de Sin Bandera mientras veo escenas de Memorias de una Geisha, en especial esa donde baila para vender su virginidad, si… Otra sería oír Lola, Lola de Ricky Martín de fondo y declamar a Bukowski y no lo olvides: el tiempo está para desperdiciarlo, el amor se acaba y la muerte no sirve de nada. Je je je, todo un viaje de ácido ¿no? Aunque con Ricky Martin, mejor le bajo al volumen de la tele, me centro en la imagen y el resultado no es nada deprimente. Mmmm. Regresando al tema, el que no necesita compañía para verse deprimente es Arjona, ese solito ya levanta el changarro –bien lo dice el título de su álbum. De esta forma uno puede armar su kit desamor.

Yo le agregaría a esta lista a Bebe con Tu Silencio del Pafuera Telarañas, Wish you were Here de Pink Floyd, Olor a gas de Los Tres (esta es un poco difícil de explicar), Tengo miedo de quererte de Lila Downs, ¡ah! Ya no siento de Siconauta cuyo compacto se llama curiosamente “Duele”. Y bueno otras tantas que siempre estarán en el arsenal del-pateado.

El chiste es que el 14 de febrero se acerca y si somos amoureux o no, eso no importa, porque seguramente en cualquier caso siempre las tiendas tendrán algo para venderte. Así que chicos, ya saben, a ponerse listos y a armarse con litros de helado o con kilos de humectante labial. Armen sus rolas, sus películas y sus libros favoritos para el estado de ánimo que le toque, porque al son que les toquen, hay que bailar. Piensen (y si quieren, comenten) cuál será su arsenal de este día de San Valentín.

Dicen por alli

Leyendo unos chunches encontré el siguiente comentario:

"Lo bueno de tener Alzheimer, es que uno conoce montones de gente nueva todos los días."

Je je je, irónico y muy, muy negro.

Todo un complo'

¿Alguien de ustedes vio lo película de Héroe? Si, aquella en donde el-hombre-sin-nombre (personificado por alguien que sí tiene nombre y responde al alias de Jet Li) intenta asesinar al Emperador. Bueno, yo adoré esa película, la fotografía está de poca madre, las secuencias de pelea son entretenidísimas –muy al estilo teatral chino, la música amerita, el uso de simbólico de elementos es hermoso y tiene todas esas cosas que se pueden decir de las buenas películas. Ahora, antes de comenzar todos los catorrazos, aparece una pequeña historia al estilo Star Wars que pone en contexto la historia a contar. Yo con mi ilustre ignorancia histórica dije: Sale. Chido. Se inventaron hasta un contexto, la unificación de reino Qin y con esa misma ilustre ignorancia continúe hasta que gracias a la magia de la televisión, a la que debo gran parte de mi educación (como cualquier niño), me enteré de que la historia era hasta cierto grado verdadera.


En efecto, antes de que China fuera una civilización de dimensiones cercanas a las que actualmente conocemos, el territorio estaba dividido en siete reinos guerreros. Uno de esos reinos, era el reino de Qin al mando del gran Shi Huang, quien quiso expandir su territorio y comenzó a conquistar a los reinos vecinos (Zhao, Han Wei, Yan, Chu y Qi). La violencia con la que esto sucedió fue tal que, los prisioneros de guerra eran sentenciados a morir sepultándolos vivos. Cuando los estados guerreros más poderosos cayeron, el reino de Yan vió su futuro escrito.


El príncipe de Yan ideó un complo. Mandó un mensajero de nombre Jing Ke a ver a Shi Huang Ti. El mensajero llevaba consigo la cabeza de Fan Yu Qi, uno de los enemigos del futuro emperador junto con un mapa del territorio de Yan como indicio de una anexión pacífica, sin embargo, la carta contenía una daga envenenada escondida. La misión del mensajero era acercarse al emperador y matarlo, matar al único individuo que en la sala tenía una espada. El mensajero falla en su misión y muere por la espada del único que puede tenerla en el recinto. Sin elegantes tomas cinematográficas, sin actores lindos y sin un guión escrito, esa fue la Historia que dio luz a la historia, el mensajero desprendió su último respiro efímero y solo queda detrás la leyenda, el mito, “el héroe”. Poco tiempo después el reino de Yan es conquistado.

Existen varias historias sobre lo que pasó ese día en el intento de asesinato de Shi Huang Ti, pero sería difícil saber lo que sucedió exactamente hace mas de 2000 años. Aún así, hablamos de un humano que decidió correr una suerte, esa suerte era parecida a la de un suicida con bombas pegadas al cuerpo, si tenía éxito o fallaba, igual moría.

El Emperador Qin Shi Huang, el primer gran emperador unificó los siete territorios, eso no sólo significó que los puso bajo un mismo nombre sino que también unificó su escritura, su sistema monetario y sus sistemas métricos. Mandó a construir la famosísima Muralla China e incluso, construyó uno de los mausoleos más enigmáticos que hasta la fecha ha sido explorado parcialmente (lo cual ya es algo impresionante para los actuales avances técnicos). Este mausoleo es más conocido por ser aquel en él que se encontraron a los guerreros de Terracota.

Como todo proceso de cambio, esta unificación requirió una buena dosis de violencia, de guerra y de sumisión –de manera romántica, eran tiempos difíciles. La violencia de sus primeras conquistas le ayudan a fundar un efecto de miedo al enemigo, lo cual se refleja en sus últimas anexiones de territorio de que son de una manera más pacífica. (Estrategia que irónicamente utilizarán más tarde los mongoles para conquistarlos y formar su Imperio.) También realizó una de las grandes quemas de libros de la historia, en la que ardieron varias obras de Confucio. Y por supuesto Shi Huang invirtió en la obra pública, en lo que no invirtió fué en la mano de obra de esa obra pública, todos aquellos que no pagaban impuestos -que subieron hasta 3000 veces (a qué les suena esto), eran llevados a los trabajos forzados en su mausoleo o en la gran muralla, y en la cara, se le grababa con un hierro caliente el ideograma de bandido, de allí cuando dicen ‘tenía su destino grabado en la frente’. Nadie podía escapar.

Tras estas “revelaciones” uno está consciente de que Qin Shi Huang Ti utilizó todos los medios para formar una Reino, todos menos los pacíficos. Fue cruel y despiadado y nos costará trabajo entenderlo en estos tiempos de relativa paz mundial. Pero insisto, para todos aquellos que vieron la película, notarán que para los chinos, este sujeto es un héroe nacional, es quién unificó y formó los cimientos de la nación China, y eso borra cualquier rastro de maldad de los archivos. China está surgiendo como potencia mundial y esa nación necesita forjarse una identidad para arraigarse a los que es, para luchar por ella, por un ideal. Crear mitos, avalar leyendas. Las historias pueden construir una nación o derrotarla, y China sabe que tiene que estar unida para abatir al mundo, justo como lo está haciendo.

Me pregunto si llegará el momento en que tendremos que reescribir nuestra perspectiva sobre tales o cuales gobernantes para forjar en el futuro la identidad mexicana. Si diremos: “si fueron crueles, violaron derechos humanos, subieron los impuestos y los precios de los alimentos de la canasta básica, porque necesitaban todo ese dinero para nuestro país”, lo unificaron, prohibieron la educación para que todos tuviéramos el mismo nivel académico y censuraron para que todos opináramos lo mismo. ¡Ah! Pero tendremos una película con platillos y todo. Marx decía que la historia se repetía a veces como tragedia y otras veces como comedia. Yo creo que nuestra película va a ser protagonizada con el futuro Eugenio Derbez y la futura India María de México, porque me caí que ésto si está de comedia.