4.01.2008

Finding Nemo


El día que desarrollé esta teoría ante el capitán Nemo, me respondió con frialdad:
−La tierra no necesita nuevos continentes, sino nuevos hombres.





Ermitaño, genial, misántropo, apolíneo… esa es la imagen que tengo del capitán Nemo, uno de los mejores personajes de la literatura universal. Verne no escatimó en recursos y creo un ser digno de la ciencia ficción. Anti-héroe por excelencia.

Además, el señor Nemo, que justifica muy bien su nombre latino, nos molesta tan poco como si no existiera.

Nemo es una palabra latina que significa nadie o no-man (algo que no puede traducir), y curiosamente el personaje de Verne lejos de no-ser-humano, mezcla en su crisol mas componentes humanas que muchos otros personajes, razones que lo han llevado a ser uno de las figuras más citadas de los tiempos. El Capitán Nemo tiene ese aire enigmático de un pasado poco descifrable, y eso es porque a lo largo del libro de 20 000 leguas de viaje submarino su historia es un misterio, y creo que ese fue el éxito del personaje: saber tan poco de él que sea que sea lo que imaginemos. Nemo pudo ser un genio despreciado por el sistema (o por una novia), un asesino serial reveindicado, un cura descepecionado, un policía federal en choque con el sistema corrupto, un hijo no-deseado, un taquero con broncas con hacienda... uy tantos ejemplos para citar... que fuese lo que fuese, todos nos identificamos con Nemo. Todos queremos ir a un lugar donde tenemos el poder vivir la vida bajo nuestras reglas.



Para Verne la creación de su personaje por excelencia, tampoco fue fácil. En el primer borrador el capitán Nemo era un noble polaco, con deseos vengativos por el asesinato de su familia durante la insurrección polaca de 1863-1864, odio puro hacia Rusia, sin embargo, su editor pues dijo que no le iba bien eso de hacer de El Malo al aliado de Francia, así que dejó la historia del capitán Nemo entre neblinas y la aclaró más tarde en la Isla Misteriosa.




El capitán Nemo era Indio, Príncipe de Dakar, hijo de un rajá del entonces independiente territorio de Bundelkund. Su padre lo mandó a Europa cuando tenía 10 años, con el propósito de recibir una educación completa en todos los aspectos y con la esperanza de que por estos talentos y conocimientos, pudiera un día tomar un papel de líder en levantar su muy degradado y amoral país a un nivel de las naciones de Europa.


En la rebelión de 1857 Nemo pierde a su familia y a su reino, entonces se dedica a la ciencia y desarrolla un avanzado submarino, el Nautilus. Para construirlo se vale del oro de un navío hundido que llevaba oro y desde entonces se dedica a combatir la injusticia, en especial la injusticia Imperialista y más específicamente, la injusticia Imperialista-Inglesa ¿hard feelings? Francia e Inglaterra best friends forever. No lo creo.

Es así como todas la imágenes del capitán Nemo en los libros ilustrados muestran a un hombre caucásico, como primeramente fuera descrito por Verne, y más tarde obtendremos esta versión India que es más palpable en el comic de La Liga Extraordinaria, donde irónicamente se vuelve un agente del gobierno Británico ¡plop!.








Esa no ha sido la única mutación del Capitán Nemo. Este personaje también inspiró un comic que pretendió ser una secuela del libro de Verne, llamado (ingeniosamente) Capitán Nemo. Este comic fue escrito por Jason DeAngelis, y el arte es de Aldin Viray (2006). Es el año 1893 y el tíranico Napoleón IV ha hecho de Francia un Imperio que se expande como verdolaga y solo un hombre con los pantalones bien puestos se atreve a hacerle frente, este osado mozo será el joven Capitán Nemo (hijo del originalísimo, siempre imitado y jamás igualado) a bordo del Nautilus II.



Los dibujos soy muy al estilo manga y si me preguntan, este Nemo dista mucho del papacin de macho alfa que es su papá, pero como sea, este es otra forma de ver al Capitán. Y por mas que lo veo y lo veo, Nemo tiene este sin número de facetas, estas mutaciones que no son sino apropiaciones del personaje, que finalmente no representan sino porciones de lo que a la vez nosotros somos: entes con un sin número de facetas. Porque la mente es fragmentaria, y fragmentos es lo que somos. Aprendemos en trozos, que ensablamos y luego jugamos a intercambiarlos, y somos tantos personajes como la situación lo permita, como el contexto lo requiera, como el fluir de los tiempos lo defina.

Julio Verne

Hace mucho, pero mucho tiempo que no me sentía tan bien leyendo un libro, de hecho, desde hace algún tiempo siento que leo como Sor Juana dice, para ignorar menos. Pero en estas vacaciones cayó en mis garritas De la Tierra a la Luna de Julio Verne y fue fantástico, era leer fluidamente y sin esfuerzo, y me sentía como cuando era niña y estaba leyendo el mejor libro de la historia: Dos años de vacaciones, también de Julio Verne. Es de imaginarse por qué un libro como Dos años de vacaciones era para la mi la neta, y las principales razones fueron porque se trata de unos chicos que salen de excursión marítima y naufragan, los más grandes del grupo tienen 15 o 16 años, se quedan en una isla desierta que es una maravilla tropical y aplican sus conocimientos científicos para sobrevivir e incluso forman una sociedad bien estructurada (primer requisito de la sobreviviencia humana, la organización). Y en segundo lugar, porque como su nombre lo dice, se chutan dos años en su aventura naufraga hasta que construyen un barquito improvisado para dejar la isla. Mi libro favorito cuando tenía once años.

Como sea, en cuanto comencé a leer la aventura del Barbicane y el Gun-Club para resolver las implicaciones de mandar un proyectil a la Luna, empecé a leer como en los viejos tiempos y era demasiado divertido, incluso podía dejar de ver la televisión para continuar leyendo, lo cual sí es un logro para mí, fue como volver a tener 10 años y divertirme mientras leía, fue increíble.

El secreto de este encanto es realmente culpa de Julio Verne, y es que Verne es un escritor ñoñísimo, pero ñoñísimo. Escribió libros de aventura, que implicaron problemas científicos no resueltos en su tiempo, y entonces, él mismo, empieza a dar razones para que sus personajes logren llegar a la Luna, cálculos descritos a detalle para que el Nautilus pueda sumergirse a grandes profundidades sin ser aplastado como mosca por la presión, construcciones de barcos aparentemente inservibles pero que respetan las leyes de Arquímedes y pueden mantenerse a flote. En sus libros, Verne es verdugo y defensor, menciona argumentos en pro y en contra, se clava en complicadísimas discusiones que seguramente muchos lectores no necesitaban, pero él las hace y transmite entre líneas su pasión por hacer probable lo que entonces era técnicamente imposible.

Por ejemplo, en De la Tierra a la Luna, el Gun-Club quiere mandar un proyectil a la Luna, no con fines bélicos, solo quieren lograr una proeza para mantenerse ocupado durante los tiempos de paz. Y las reuniones en donde planean cómo hacer el columbiad y el proyectil son qué para qué les cuento, llenas de detalles y argumentos disparados por todos lados. Para muestra basta un botón.

Al día siguiente los cuatro miembros del Gun-Club se sentaba ante nuevas montañas de sándwiches y un mar de té. La discusión comenzó sin preámbulo alguno.
− Mis queridos colegas –dijo Barbicane-, vamos a ocuparnos de la máquina de disparo. Aunque tengamos que darle proporciones gigantescas, la técnica vencerá todas las dificultades. El problema se presenta así: dar una velocidad inicial de 12 000 yardas a una bala de 180 pulgadas de diámetro y 20 000 libras de peso. Cuando un proyectil se lanza al espacio ¿qué sucede? Pues se halla solicitado por tres fuerzas independientes: la resistencia del medio, la atracción de la Tierra y la impulsión de que está animado. La resistencia del aire es poco importante, ya que la atmósfera solo tiene 40 millas de altura, y el proyectil las atraviesa en cinco segundos. La atracción de la Tierra disminuye en razón inversa del cuadrado de la distancia. Ocupémonos ahora de las dimensiones que hay que dar al cañón
.




¿Es o no es ñoño? Para mi Julio Verne es uno de los escritores más ñoños que hasta el momento he leído, y el hecho de que lea sus libros como enajenada hace que yo sea la persona más ñoña con la que he convivido.

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Chica semichilanga busca el sentido de la vida y la respuesta al secreto de la misma... con intentos fallidos