El sueño de "un mono en traje"

La gente puede fácilmente pensar que piensa, escoge el sueño de un “mono con traje” y declara con gusto que es capaz de tener ideas evolucionadas más allá de las bayas y las ramas. La verdad es que, como muchas verdades esa percepción es una de las miles que nos forjamos para continuar, para no caer ante la realidad aplastante que es que, al final, cuando se trata de sobrevivencia haremos todo, absolutamente TODO para continuar, abogando además al concepto de “hicimos lo que teníamos que hacer” y más pensando que “hicimos lo correcto”. Porque hasta este momento, no conozco persona alguna que reconozca que no hace lo correcto, siempre hay una justificación.

Leyendo la columna de mi novio Alfredo Jalife, siempre sexy en su corbatita de moñito, leo que el Secretario de defensa de los Estados Unidos, Bob Gates, publicó un ensayo llamado “Una estrategia balanceada: la reprogramación del Pentágono para una nueva era” (Foreign Affairs; enero-febrero 09), enfocado en la “guerra asimétrica” que ha parado de cabeza al ejército más poderoso del mundo.

Citando lo leido

Sin expresarlo explícitamente, Gates asesta una severa crítica al RAM (Revolución en Asuntos Militares), el espejismo de su antecesor Donald Rumsfeld y sus aliados neoconservadores straussianos: “no se debe descuidar la dimensión sicológica, cultural, política y humana de la guerra que es inevitablemente trágica, ineficiente e incierta, por lo que es importante ser escéptico de los análisis de sistemas, de los modelos computacionales y teoría de juegos, que sugieren lo contrario”.

Sugiere que “habría que ser modestos sobre lo que la fuerza militar puede lograr y lo que la tecnología puede conseguir”, traduciendo, nos pusieron una chinga con "palos y piedras" en Vietnam y ahora también.

y concluye que durante sus 42 años de servicio en la “arena de la seguridad nacional” aprendió que dos de las más importantes cosas son “la apreciación de los límites y el sentido de humildad”. Algo así como "no por pensar que tenemos más armamento vamos a ganar, ellos también tienen sus métodos y el subestimar su inteligencia no nos vuelve mejores."

Lo curioso es que el avance tecnológico es como muchas cosas de la vida, un don y una maldición. No quiero decir que volvamos a la era del ábaco, yo no lanzo piedras porque me paso al menos 6 horas frente a la computadora al día y no soy nadie si no reviso mi e-mail al menos tres veces en 24 hrs, pero la eficacia de los "antiguos métodos" no debe ser subestimada, entre más viejo es el truco, es mejor, porque nadie cree que va a caer en algo tan viejo y "entre más control se tiene en el mundo del Sr. G, la verdad es que tienes menos control en el mundo real".




Alfredo Jalife-Rahme. La nueva “Doctrina Gates” y el “Síndrome Hezbollah”, La Jornada 10.12.08